Diabetes

Diabetes bajo la lupa: El azúcar no es el único villano

Durante años hemos escuchado que la diabetes es causada simplemente por “comer mucha azúcar”. Esta creencia se ha arraigado en la cultura popular, pero la realidad médica es mucho más compleja.

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica y multifactorial, es decir, no tiene una sola causa. Existen distintos tipos, siendo las más comunes la tipo 1, de origen autoinmune, y la tipo 2, vinculada a factores genéticos y de estilo de vida. Incluso personas delgadas y activas pueden desarrollar diabetes, lo que deja claro que no se trata sólo de peso o de dulces.

Más allá del azúcar: lo que no sabes también importa

Un error frecuente es pensar que solo los alimentos con sabor “dulces” son los culpables. Sin embargo, muchos alimentos con sabor salados como el pan, las galletas, las harinas refinadas y productos de bollería; también elevan rápidamente la glucosa en sangre. Estos productos están cargados de carbohidratos simples, que el cuerpo transforma en glucosa con rapidez.

Consumidos en exceso, estos alimentos aumentan la resistencia a la insulina, lo que, con el tiempo, puede desencadenar diabetes tipo 2, incluso sin que haya azúcar de por medio. Por eso, una alimentación saludable no se basa solo en evitar lo dulce, sino en mantener un equilibrio general

Factores de riesgo que sí importan 

Además de la alimentación, hay otros elementos clave que aumentan el riesgo: 

  • Genética: antecedentes familiares. 
  • Sobrepeso y obesidad: especialmente grasa abdominal. 
  • Sedentarismo: poca actividad física. 
  • Edad: mayor riesgo a partir de los 45 años. 
  • Dieta poco saludable: alta en ultraprocesados y baja en fibra.

    Las 5 “P” que no debes ignorar cuando el control glucémico está alterado. El cuerpo suele enviar señales y, aunque en inglés se hablan de las “4P” por sus siglas, yo te comparto mis 5P que pueden ayudarte a identificar un posible descontrol:

    1. Poliuria: orinar con frecuencia.
    2. Polidipsia: sensación constante de sed.
    3. Polifagia: hambre inusual y constante.
    4. Polaquiuria: aumento en la frecuencia de micciones, con volúmenes pequeños.
    5. Pérdida de peso inexplicada.

Otras señales incluyen visión borrosa, fatiga, y oscurecimiento de la piel en cuello, axilas( en inglés, acantosis nigricans), especialmente en personas con resistencia a la insulina. 

Educación y prevención: la clave real, combatir mitos es el primer paso. Prevenir la diabetes va más allá de “quitar el azúcar”: se trata de educar sobre alimentación consciente, actividad física regular (mínimo 150 minutos por semana), monitoreo médico y toma de decisiones informadas.

Como profesional de la salud, he visto cómo el miedo, la culpa o la desinformación pueden marcar el camino de una persona con diabetes. Por eso, insisto siempre en educar con empatía. No se trata de prohibir o señalar, sino de acompañar a cada persona en su proceso de cambio. La diabetes no debe vivirse con miedo, sino con conocimiento, apoyo y acción.

Por: Dra. Nikauris Ramírez
Diabetología y Nutrición Clínica


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