Bebés y niños, Salud cardiovascular

EL DENGUE Y EL CORAZÓN DEL NIÑO

Actualmente, nuestro país ha sido escenario de la endemia que ha provocado y que sigue provocando el dengue en la población, pero sobre todo en la edad pediátrica. Hemos podido observar como esta enfermedad afecta los órganos internos silenciosamente para luego producir un “Tsunami” multisistémico, colocando a nuestros pequeñitos en un estado de vulnerabilidad entre la vida y la muerte. Según la OMS y la OPS, en lo que va del 2023, se han registrado 3 millones de casos en las Américas, superando cifras récords de años anteriores.

En las zonas urbanas, la trasmisión del dengue puede ser explosiva, afectando hasta un 70 y 80% de la población.

Según los autores Feigin y Cherry, ambos profesores universitarios estadounidenses, describieron en su libro de infecciones en pediatría 6.ª. edición, la fiebre dengue como un síndrome agudo febril que se produce por varios virus transmitidos por artrópodos y que se caracteriza por fiebre difásica, mialgia, exantema, leucopenia y linfadenopatía. En la actualidad se piensa que tiene base inmunológica. Sus sinónimos, dengue hemorrágico, púrpura trombocitopénica infecciosa aguda y fiebre hemorrágica de Filipinas, Singapur y Thai. El vector principal es el Aedes aegypti, un mosquito de actividad diurna. Se han aislado los cuatro serotipos inmunológicos infectados en forma natural de este microorganismo, los cuales son DENV-1, DENV-2, DENV-3, y DENV-4. En la mayor parte de áreas tropicales, el Aedes aegypti es doméstico y se reproduce en agua almacenada para beber o bañarse en cualquier recipiente que contenga agua fresca.

Dentro de las manifestaciones clínicas atípicas que produce la enfermedad dengue se encuentran, la miocarditis, taquicardia paroxística supraventricular, bradicardia sinusal, derrame pericárdico y latidos ventriculares ectópicos. La afectación cardíaca no es rara y a menudo es transitoria, pero puede ser una causa significativa de muerte. Por este motivo, alertamos a los padres de la República Dominicana y América latina, que ante la sospecha de esta enfermedad, asistir a tiempo al centro de salud más cercano antes de llegar a la fase crítica que ocurre entre el tercer y séptimo día febril.

La fiebre dengue, es preventiva si se eliminan los criaderos en la comunidad, curativa si se atiende inmediatamente aparece la sintomatología en el niño para tratar este padecimiento de una forma integral junto al cardiólogo pediatra, a fin de tener un buen pronóstico, ya que esta enfermedad no deja secuelas ante un tratamiento oportuno y preciso.

DRA. MILDRED FONFRIAS ESTRELLA

Cardióloga Pediatra-Ecocardiografista, MD

Presidenta del consejo de cardiología pediátrica, SODOCARDIO


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