Salud cardiovascular

Los beneficios para el corazón de los nuevos medicamentos para bajar de peso

Desde hace mucho tiempo, es bien sabido que el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de padecer de una enfermedad del corazón o de morir por ella. Para el año 2022 la cantidad de personas con estas dos condiciones se calculó en 2,603 millones y se estima que para el año 2030 aumenten a 3,507 millones.

La obesidad ha cobrado relevancia entre las personas afectadas y sus consecuencias son motivos comunes de consultas para los cardiólogos y endocrinólogos. Dado que, en las mujeres, la obesidad aumenta en un 300% la probabilidad de sufrir de una enfermedad de las arterias coronarias (que pueden causar un infarto), y un 80% mayor riesgo de padecer insuficiencia cardiaca, además una reducción significativa de la calidad de vida, muestra que la obesidad cobra a quien la padece, su peso en oro.

El objetivo de todo médico cuando trata a un paciente obeso o con sobrepeso, es la reducción de su peso en por lo menos un 5%. Esa sería la meta inicial, pero la mayoría de nuestros pacientes requieren de una pérdida de hasta un 30%, un objetivo que a menudo es muy difícil de lograr sin cirugía bariátrica. Utilizando las estrategias de cambios intensos en el estilo de vida e intervención nutricional, se puede llegar hasta la pérdida de este perseguido 5%, pero se hace difícil de mantenerlo por mucho tiempo.

En los últimos años, han surgido nuevos medicamentos que han demostrado una dramática reducción de peso con beneficios sustanciales en la salud cardiovascular. El objetivo de la terapia es prevenir, tratar o revertir las complicaciones de la obesidad y mejorar la calidad de vida. Uno de estos medicamentos es el Ozempic® (Semaglutida), es un fármaco que originalmente se diseñó para pacientes diabéticos, pero que luego se demostraron grandes beneficios en pacientes obesos sin diabetes. Se ha probado en más de 20 mil personas, divididas en varios estudios, y se ha determinado que puede llegar hasta una impresionante pérdida de un 15% desde el peso basal en 68 semanas. La liraglutida (Saxenda®) es otro medicamento que ha demostrado la reducción de peso en alrededor de un 10% tanto en diabéticos como no diabéticos, y actualmente, están en curso varios estudios probando otro nuevo medicamento llamado Orforglipron, que a diferencia de los dos anteriormente mencionados, sería más económico y se administraría vía oral (tanto el Ozempic como la Sexanda se administran por inyección subcutánea). Orforglipron se encuentra en estudios de Fase II, pero pronto vamos a saber si pudiéramos contar con esta herramienta.

¿Qué efecto tiene bajar de peso con estos medicamentos?

Con una inyección semanal de Ozempic o Sexanda y la posterior reducción de peso, tendríamos como resultado una disminución absoluta del riesgo de padecer o morir por una enfermedad cardiovascular en pacientes con sobrepeso u obesidad, además de la disminución de la presión arterial, la reducción continua del colesterol malo (colesterol LDL) y los triglicéridos, y aumento del colesterol bueno (colesterol HDL). Estos efectos beneficiosos resultarían en la disminución del riesgo de padecer un infarto, se evitaría el aumento del tamaño del corazón y el potencial de sufrir de insuficiencia cardiaca, se disminuiría sustancialmente el riesgo de generar arritmias que causen otras enfermedades como un accidente cerebrovascular, y con todo esto, mejoraría la calidad de vida de la persona que es (o fue) obesa, controlando así, la gran pandemia industrial de la obesidad.

Dr. Óscar Ortega Vargas
Cardiólogo Internista Ecocardiografista, egresado del Hospital Salvador B. Gautier y de la
Asociación Instituto Dominicano de Cardiología.

Miembro de SODOCARDIO


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