Mujeres

Ciclo menstrual y el Asma

¿Puede el ciclo menstrual influir en las manifestaciones y características del asma padecida en la mujer? ¿Influyen en la evolución del asma, las variaciones de los niveles hormonales que se producen a lo largo de un ciclo menstrual? Veamos.

El asma es una enfermedad crónica, que generalmente se caracteriza por una inflamación y obstrucción de las vías aéreas que limita el flujo de aire en su interior.

Se define por las manifestaciones clínicas de síntomas respiratorios, como sibilancias, dificultad respiratoria, opresión torácica y tos, que varían a lo largo del tiempo y en su intensidad, junto con una limitación variable del flujo aéreo espiratorio que se objetiviza a través de un estudio llamado espirometría.

El asma en la mujer tiene unas connotaciones especiales que implican distintos factores, entre los que se encuentran las hormonas sexuales femeninas, la psicología propia de la mujer o la influencia de los factores ambientales sobre unas características genéticas específicas (epigenética), entre otros.

Estos factores, y en especial las hormonas sexuales, influirían en la prevalencia de asma a lo largo de las diferentes etapas de la vida de la mujer, en la existencia de posibles fenotipos específicos (asma y menarquia, status premenstrual, embarazo y menopausia y otros).

Respecto a la prevalencia del asma en las diferentes etapas de la vida, en los primeros años es más frecuente en la etapa infantil, teniendo manifestaciones floridas junto al desarrollo sexual y la menarquia, lo es en el sexo femenino. Los cambios en las hormonas sexuales femeninas también influyen en el ciclo menstrual de la mujer durante su periodo fértil, en el embarazo y en el periodo peri y posmenopáusicas.

El desarrollo del ciclo menstrual está controlado por las diferentes hormonas sexuales femeninas y afecta tanto al útero como al ovario. Durante este ciclo se produce el crecimiento y el desprendimiento del revestimiento uterino o endometrio.

Las fases del ciclo menstrual son: preovulatoria o folicular, ovulatoria, y postovulatoria o luteínica. El inicio del ciclo coincide con el primer día de la menstruación, en la que se desprende el endometrio, volviendo a crecer después de la fase menstrual. Esta fase se conoce como fase proliferativa. El crecimiento del endometrio se detiene, coincidiendo con la ovulación, y las glándulas se hacen más activas, fase que se conoce como fase secretora.

Tras la ovulación, la fase luteínica dura catorce días, terminando con el inicio de la nueva menstruación. La duración media de este ciclo es de 28 ± 5 días, y es necesario un eje endocrino hipotalámico-hipofisario-ovárico intacto, la presencia de folículos con capacidad de respuesta en los ovarios y un útero funcional para que dicho ciclo se desarrolle con normalidad. El periodo premenstrual corresponde a los cinco días previos al inicio de la menstruación y al primer día de la misma.

El estado premenstrual es un factor agravante del asma, al igual que el estrés y la ansiedad debido al cambio hormonal al que es sometido el cuerpo de la mujer

Se han descrito cambios relacionados con el ciclo menstrual en mujeres sanas que podrían verse amplificados en las mujeres asmáticas y tener relación con episodios de obstrucción del flujo aéreo, con variaciones en el flujo aéreo y la difusión pulmonar que presentan un nivel pico durante la menstruación para posteriormente disminuir hasta el nivel más bajo al inicio de la fase lútea.

La Dra. Samar Farha, de la Clínica de Cleveland y especialista en asma y otras enfermedades respiratorias , cita “el ciclo menstrual es un ciclo muy importante por todos los cambios biológicos y fisiológicos teniendo relación importante en la calidad de vida de las pacientes asmáticas”.

El equipo del doctor Ferenc Macsali, del Hospital Universitario de Haukeland, Bergen, Noruega, entrevistaron a casi 4000 mujeres del norte de Europa con períodos normales y que no usaban anticonceptivos orales. Todas respondieron sobre su salud, el estilo de vida y cuándo había comenzado su última menstruación y si en los tres días previos habían padecido algún trastorno respiratorio (sibilancias o ataques de tos al despertar).

Menos del 8 por ciento tenía asma diagnosticada y el 2-6 por ciento dijo que había tenido sibilancias, tos y/o disnea, observó que la cantidad de mujeres con cada uno de esos síntomas variaba según el día de su ciclo menstrual.

Por ejemplo: las sibilancias aumentaban inmediatamente antes y después de la ovulación (mitad del ciclo). La reducción de esos síntomas en el intervalo coincidía con los máximos niveles de estrógeno, hormona estimuladora de los folículos y hormona luteinizante, según publica el equipo en American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine. La disnea (sensación de falta de aire) y la tos cedían inmediatamente después de menstruar. La disnea era poco frecuente inmediatamente antes de menstruar.

El equipo detectó patrones clínicos en los síntomas respiratorios de las mujeres con y sin asma. Aún habría que determinar la causa. Los autores opinan que el estrógeno afectaría a los pulmones de manera directa. La resistencia a la insulina y los marcadores de inflamación sistémica varían durante el ciclo menstrual, lo que también podría influir en la intensidad de los síntomas respiratorios.

Como podemos observar, hay una relación del ciclo menstrual y el asma, aunque las mujeres asmáticas deberían saber que los síntomas varían según el día o fase del ciclo menstrual

No todas las asmáticas advertirán esos cambios, por lo que recomendamos acudir a revisión con especialista del área como es el neumólogo, que luego de realizar examen físico, obtener una buena historia clínica, realizar pruebas de función pulmonar e imágenes, puede escoger un tratamiento personalizado como lo demanda el asma en esta condición especial.

Dra. Vanessa Alifonso

Neumóloga – Internista


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