Salud Familiar

Virus Sincitial Respiratorio: Un viejo conocido tomando el escenario

Al virus sincitial respiratorio (VSR) ya lo conocemos: un virus capaz de causar infección en las vías respiratorias de personas en cualquier grupo de edad. Aunque sabemos que se asocia a brotes por temporadas, nuestro territorio es muy susceptible de que circule en todo el año, asociado a nuestro clima tropical con sus temporadas de lluvia.

Sus manifestaciones clínicas varían de acuerdo a la edad, estado de salud del paciente y si la infección es primaria o ha ocurrido mas de una vez en la misma persona: en los niños mas pequeños la enfermedad usualmente se presenta como una bronquiolitis, que se caracteriza por síntomas de las vías respiratorias superiores en la fase inicial, como por ej, rinorrea o salida de secreciones claras por la nariz, seguido de afección del tracto respiratorio inferior (pitidos en los pulmones o sonidos característicos de una neumonía). Estos síntomas pueden ir de leves a severos. Puede ocurrir también apnea, que es una pausa en la respiración de al menos 10 segundos, y de hecho, suele ser el signo de presentación en esta población. Llegados los 2 años de edad, la mayoría de los niños ya ha tenido esta infección al menos una vez en su vida.

En los niños mayores y en los adultos regularmente la infección ya ha ocurrido en la infancia y las infecciones a repetición se presentan generalmente con síntomas en el tracto respiratorio superior: tos, congestión nasal, secreción de moco y conjuntivitis. En comparación con otros virus, el VSR es mas propenso a producir sinusitis y otitis. Estas infecciones a repetición pueden llegar a causar afección del tracto respiratorio inferior como bronquitis, neumonía, agudización de asma u otra enfermedad crónica de los pulmones.

También pueden ocurrir, aunque son muy raras, manifestaciones fuera del tracto respiratorio: en el corazón (fallo cardíaco, daño en el miocardio y arritmias), neurológico (convulsiones, encefalopatías), hígado (elevación de las pruebas hepáticas, fallo hepático) y acumulación de líquidos por secreción inapropiada de una hormona llamada ADH.

Son muchos los factores de riesgo para las complicaciones o presentaciones mas graves, podemos resumirlas en:

  • Niños por debajo de los 5 años (sobre todo con alguna comorbilidad y los de menos de 2 años) y
  • Adultos con alguna comorbilidad o que estén recluidos en una institución de cuidados.

No existe un antiviral específico disponible para toda la población; un anticuerpo monoclonal se emplea en niños e inmunosuprimidos y existe una vacuna que se aplica a embarazadas para proteger al bebé cuando sea recién nacido, y a personas mayores y con comorbilidades por el riesgo de complicaciones. Ninguno está disponible aún en el país.

Dra. Yori Roque
Internista – Infectóloga

Vicepresidenta SDI

Hospital Metropolitano de Santiago – HOMS

Hospital de Especialidades Médicas Materno Infantil – HEMMI

Santiago de Los Caballeros, R. D.


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