Estefany Piña es una mujer multifacética que ha logrado equilibrar su vida como madre, actriz y productora. Como mamá de Emilio, ha sabido mantenerse fiel a su pasión por la creatividad y la actuación, mientras enfrenta los desafíos de la maternidad. En esta entrevista, nos cuenta cómo maneja su tiempo, sus proyectos y cómo la maternidad ha transformado su enfoque artístico.
Estefany, ¿cómo ha cambiado tu vida desde que te convertiste en madre?
Ha cambiado mi vida y es un hecho. Pero me ha enseñado a entender que no puedo controlarlo todo y que es normal y válido mostrar mi vulnerabilidad para aceptar la ayuda de las personas que me aman. He podido ver el amor y cuidado de Dios a través de mi familia y amigos.
¿Cómo describirías la experiencia de ser madre, comparado con lo que esperabas antes de tener a tu hijo?
Tomé muchísimos cursos para prepararme y ser la madre perfecta. Mis expectativas estaban muy lejos de la realidad. Romanticé mucho la maternidad en base a que, como siempre he podido lograr todo lo que me propongo, pues, ser madre no sería la excepción. Pero sin, duda alguna, la madre perfecta no llora, no grita, no pierde la paciencia, no falla y sobre todo no existe.
¿Qué significa para ti ser una madre en la etapa de tu vida en la que estás ahora, y cómo lo manejas junto a tu carrera profesional? Como actriz y productora, ¿cómo logras equilibrar tu vida profesional y el rol de madre? El equilibrio perfecto no es real, vivo un día a la vez, haciendo lo mejor que puedo y tratando de no sentir culpa con los famosos “check list” que ha querido implementarnos la sociedad. Primero que madre soy mujer, con sueños y metas por cumplir y que, por el tipo de carrera que elegí, mi hijo vino a mi vida a complementarla.
¿La maternidad ha influido en la manera en que eliges los proyectos en los que trabajas? ¿De qué forma? Sí, por supuesto, que influye. Desde que me convertí en mamá, mi enfoque es dividir mis días para que en la medida de lo posible pueda estar presente en el día a día de mi bebé. No hay trabajo que pueda sustituir el privilegio de poder estar presente en las mañanitas para llevarlo al colegio, darle su merienda favorita o hasta sentarnos en el piso a leer cuentos y personificar voces. Antes, tal vez podía elegir muchos proyectos a la vez. Ahora debo elegir con más cautela e incluso hacer ajustes en la valoración de mi trabajo.
Como mujer creativa, ¿cómo mantienes viva tu pasión por la actuación y la producción mientras eres madre? Sigo siendo yo misma. Muchas veces tuve miedo de que la maternidad me transformara en otra persona, pero debo reconocer que convertirme en la mamá de Emilio ha reafirmado el amor por mi carrera e incluso le ha dado un mejor sentido. Me gusta ser esta mamá, que tal vez un día le toca andar con su bebé en pijamas en el teatro, o que cuando le lee los cuentos personifica todos los personajes con voces y mil muecas. Eso de alguna forma u otra regenera mi pasión y me hace sentir que tengo las fuerzas para seguir adelante.
¿De qué manera tu hijo ha cambiado tu perspectiva o enfoque artístico? ¿Hay algo que te inspire de ser madre que reflejas en tus proyectos? Ahora soy mucho más sensible y me permito ser vulnerable delante de los demás. Es precisamente de la vulnerabilidad que nace el arte. Es un camino a la fragilidad que te ayuda a conectar con más empatía y respeto. Aún me falta mucho por recorrer, pero sin duda, contar la verdad de mi trayecto como madre (aunque muchas veces de manera jocosa) ha sido el ingrediente perfecto para crear procesos creativos. ¡Tengo muchas ideas artísticas para futuros proyectos!
En tu carrera, también has tomado el rol de productora. ¿Qué te motivó a dar ese paso y cómo ha sido el proceso de equilibrar ambos roles? Tengo varios años produciendo diferentes eventos y proyectos, si bien es cierto que ahora muchas cosas han cambiado. Ahora busco apoyarme de más personas en las cuales delegar, lo cual me costaba mucho hacer. Pero también debo ser muy honesta y reconocer que trabajo con productores que se han convertido en familia, y son muchos de ellos los primeros en crear estructuras de trabajo que me favorecen a tomar decisiones que no sacrifican del todo mi presencia como mamá.
¿Qué desafíos específicos has enfrentado al ser una mujer joven, madre y profesional en una industria tan exigente como la del entretenimiento? El TIEMPO. Es retador dividir mis días, todo es demandante; no solo el mundo del entretenimiento, yo como madre joven activa en mi profesión debo sacar tiempo para todo: que mi casa esté en orden, cumplir con mis programas radiales y ensayos teatrales, dormir bien, pues debo crear proyectos nuevos, mi hijo Emilio y todas sus necesidades, mi familia, mis amigos y SOBRE TODO tiempo para mí. .
Mirando al futuro, ¿cómo te imaginas en los próximos años, tanto en lo personal como en lo profesional? ¿Qué metas tienes en mente? Me imagino seguir haciendo y creando para lo que nací, EL ARTE. Imagino a Emilio mirando a su mamá ser plena, porque ama lo que hace y no se da por vencida en seguir cultivando su esencia. Somos seres humanos en construcción y evolución.
Finalmente, ¿qué consejo le darías a otras mujeres que son madres y que buscan equilibrar su carrera con su vida familiar sin perder su pasión y sueños? A las madres que me leen aunque suene CLICHÉ es una realidad: «madre feliz, bebé feliz» y eso abarca todo. Si buscas tener tu propio propósito y pasión por ti y para ti, tus hijos estarán bien; pero Ojo, NO DEBEMOS SATISFACER A TODOS. Debemos soltar esa presión. IC.
